Inogen One G3

Anteriormente hemos presentado las características de los diferentes tipos de hipoxia y de las causas que originan este estado de deficiencia de oxígeno en la sangre, las células y los tejidos del organismo del ser humano, afectando su funcionamiento normal. En esta ocasión hablaremos de los equipos de administración de oxígeno, como el Inogen One G3 utilizados en oxigenoterapia en situaciones de hipoxia aguda y de los diferentes sistemas de administración utilizados en situaciones agudas.

La oxigenoterapia es una técnica empleada para brindar a las personas que atraviesan por una situación de hipoxia, los niveles de oxigenación adecuados para evitar problemas en su organismo ocasionados por falta de oxígeno en sus células. Para ello se emplean equipos de generación de oxígeno que, de ser utilizados correctamente, permiten que la presión parcial de oxígeno en la sangre arterial alcance un valor superior a los 60 mm/Hg, cantidad correspondiente a una adecuada saturación de hemoglobina en la sangre. Por sus características, la oxigenoterapia puede emplearse tanto en situaciones de hipoxia aguda como en el tratamiento de pacientes con hipoxia crónica, pero en esta ocasión nos enfocaremos exclusivamente a hablar de su uso en situaciones agudas.

Las causas que generan una deficiencia de oxígeno en situaciones agudas se clasifican en tres grandes grupos: las que generan hipoxemia arterial, los casos de hipoxia tisular sin hipoxemia, y situaciones especiales en las que se requiere incrementar el aporte de oxígeno al cuerpo. Las causas de hipoxemia arterial son las más frecuentes en situaciones agudas e incluyen las deficiencias de aporte de oxígeno por EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), asma, neumonía, atelectasia, neumonitis intersticial, tromboembolismo pulmonar, fístulas arteriovenosas, mal de altura, entre otros. Mientras tanto, la hipoxia tisular sin hipoxemia se presenta por estados hipermetabólicos, anemia, intoxicación por cianuro, hemoglobinopatías y por hipotensión marcada, entre las principales. Finalmente las situaciones especiales como infarto agudo de miocardio, fallos cardíacos, intoxicación por monóxido de carbono y shock hipovolémico, requieren el uso de oxígeno pues ocasionan estados de hipoxia aguda.

Para la aplicación de oxigenoterapia en situaciones de hipoxia aguda como las que acabamos de mencionar, es necesario contar con una fuente de suministro de oxígeno, un manómetro y manorreductor, un flujómetro o caudalímetro y un humidificador. En este punto es importante aclarar que los equipos portátiles, como el Inogen One G3 suministran el oxígeno requerido según los ajustes configurados y gracias a su funcionamiento no es necesario contar con los elementos especializados como el manómetro, flujómetro ni humidificador, que describiremos a continuación, por lo que hoy en día son la mejor opción para personas que requieren constantemente de oxigenoterapia, en especial para quienes padecen alguna enfermedad que impide el suministro de un adecuado nivel de oxígeno a su organismo.

La fuente de suministro de oxígeno necesaria para la oxigenoterapia, o terapia con oxígeno, es el sitio donde se almacena el oxígeno y desde el cual se distribuye. Por fines prácticos y para permitir almacenar la mayor cantidad de oxígeno en la fuente de suministro, el gas se comprime a gran presión, que debe disminuirse antes de administrar el oxígeno para evitar daños en el aparato respiratorio; la fuente de suministro puede ser una central del oxígeno, utilizada mayormente en hospitales, o bien un cilindro a presión, los siguientes elementos son el manómetro y el manorreductor, los que se acoplan al cilindro de presión. Estos son de suma importancia pues permiten regular las características del oxígeno para evitar errores en su administración que pudiesen ocasionar problemas respiratorios.

Con el manómetro se mide la presión del gas al interior del contenedor, mientras que con el manorreductor se regula la presión con la que sale del cilindro. Estos elementos no se encuentran integrados a las centrales de oxígeno de los hospitales, pues en ellas el oxígeno ya llega con la presión reducida segura para el suministro al paciente. En cuanto al flujómetro o caudalímetro, es un elemento que por lo general se encuentra integrado al manorreductor, con él se controla el flujo de litros por minuto que sale de la fuente del suministro. Finalmente el humidificador consiste en un recipiente con agua destilada estéril que se utiliza para humidificar el aire que sale de la fuente, ello para que no seque las vías respiratorias pues para comprimir el oxígeno el gas se licua, enfría y seca.

Ahora bien, para la administración de oxígeno en situaciones agudas se pueden emplear dos sistemas diferentes: de alto flujo y de bajo flujo. Los sistemas de oxigenoterapia de bajo flujo suministran al paciente oxígeno puro, pero permiten la inspiración de aire ambiental, por lo que el flujo con el que se administra debe ser bajo. Debido a que no se puede conocer la concentración real de oxígeno en el aire inspirado estos sistemas no se deben emplear en personas con hipoxemia ni hipercapnia, pues en esos casos es necesario suministrar una concentración de aire exacta. Para emplear este sistema de oxigenoterapia es necesario tomar en cuenta que la concentración final de oxígeno administrado al paciente depende del flujo de oxígeno puro que se aporte, del volumen de aire corriente en cada respiración y de la frecuencia respiratoria de la persona en el momento en que se suministre el oxígeno.

Entre los sistemas de bajo flujo encontramos el suministro de oxígeno por mascarillas simples, por mascarillas con reservorio y por cánulas o gafas nasales. Los sistemas de oxigenoterapia de alto flujo suministran el suficiente gas inspiratorio, por lo que la persona respira únicamente el proporcionado por el sistema; en la mayoría de los sistemas de alto flujo se utiliza un mecanismo conocido como Venturi, que succiona el aire del medio ambiente y lo mezcla con el flujo de oxígeno para ofrecer una concentración final de oxígeno fija. La ventaja de estos sistemas es que la concentración final de oxígeno es constante, independientemente del patrón de respiración del paciente y que permite controlar factores como la humedad, temperatura y la concentración de oxígeno según las necesidades de cada persona. Por sus características, estos sistemas se indican en personas con insuficiencia respiratoria aguda grave.

En futuras publicaciones en este blog hablaremos a mayor detalle de los sistemas empleados en oxigenoterapia en situaciones agudas. Si deseas solicitar información sobre equipos de administración de oxígeno como el Inogen One G3, un equipo ligero, silencioso y de fácil uso, te invitamos a ponerte en contacto con nosotros, con gusto te atenderemos.