Es probable que hayan escuchado o leído que los cigarrillos electrónicos son menos dañinos para los pulmones en comparación con los cigarros tradicionales, sin embargo esto no quiere decir que vapear esté libre de complicaciones, o que haya una mayor probabilidad de no sufrir las complicaciones que ocurren comúnmente al fumar tabaco. En realidad, existe mucha información incorrecta y poco clara acerca del vapeo y de los posibles riesgos para la salud que conlleva, por lo que en esta nueva publicación de Inogen México, distribuidores autorizados de equipos de oxigeno portátil de esta marca, les contaremos cuáles son los problemas a la salud que pueden acarrear los cigarrillos electrónicos, cuyo uso es puesto en cuestión por cada vez más centros de investigación y especialistas médicos. ¡Comencemos!

¿Qué tan perjudicial es el vapeo?

Entre las estadísticas que la industria de los cigarrillos electrónicos utiliza para fomentar el consumo de sus productos, destaca la liberada en un informe de “Public Health England”, en el que se asevera que el vapeo es hasta un 95% menos peligroso que los cigarrillos tradicionales. Sin embargo, tal informe ha sido desacreditado por organizaciones variadas como Lancet y British Medical, debido a que hace uso de metodologías cuestionables, al hecho de que más que científico es un informe de opinión, y a causa de que el financiamiento fue dado por una marca distribuidora de cigarrillos electrónicos. En realidad, son diversos los estudios que confirman que el vapeo se vincula con dificultades respiratorias que pueden requerir de un generador de oxígeno portátil, e incluso cáncer y problemas cardiacos.

Entre las complicaciones de las que se tiene conocimiento, destacan las siguientes:

  • Exponen a los usuarios y a las personas de su entorno a químicos peligrosos, entre los que se incluyen los 10 que se hallan en la lista de químicos que causan cáncer, defectos congénitos, así como dificultades reproductivas.
  • Los ingredientes incluidos en el líquido de estos cigarrillos, como los saborizantes (por ejemplo, diacetil, acetoína, o cinamaldehído), y el propilenglicol, pueden causar inflamación en el sistema respiratorio, así como propiciar el desarrollo de cáncer y EPOC. También ha sido corroborado que tales químicos causan daños a nivel ADN, lo que ha levantado mayores sospechas sobre sus efectos cancerígenos.
  • Las partículas finas de los e-cigarrettes, con su simple contacto, pueden causar nauseas, tos, e irritación en ojos y garganta. Asimismo, pueden provocar ataques de asma, e inflamación pulmonar a corto plazo, lo cual se agrava con el vapor sin nicotina. Cabe añadir que el aerosol de estos cigarrillos disminuye la capacidad de respuesta del sistema inmune, lo que incrementa la posibilidad de padecer neumonía o gripe.
  • Las bacterias MRSA son más difíciles de aniquilar tras haber sido expuestas al vapor de los e-cigarrettes, que además puede estrechar las arterias y aumentar los riesgos de infarto.
  • Por último, la nicotina del vapeo es igual de adictiva que la presente en los cigarrillos tradicionales, por lo que algunas marcas de cigarrillos electrónicos brindan la posibilidad de usar un líquido especial sin esta neurotoxina, lo cual es también bastante peligroso, tal y como se mencionó en este listado.

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Esperamos que esta publicación les haya resultado amena así como útil. Si desean conocer más sobre los riesgos del vapeo, o sobre el concentrador de oxígeno portátil que ponemos a su disposición para tratar los problemas derivados del consumo de cigarrillos, no duden en visitar nuevamente este blog que actualizamos constantemente para ustedes. ¡Gracias por su visita!